septiembre 2019

Fuimos pájaros de fuego en una tormenta de nieve
el tiempo nos mecía en su abandono amable de algodón
enseñándonos que no existe la caricia eterna y que ya
están inventados todos los besos. (casi todos)

Un amanecer mirará apagarse nuestro último abrazo
y seremos las cicatrices de heridas que callaban
Un atardecer se verán sólo recuerdos y esa mirada impenetrable,
y a la mañana siguiente escribiré algo intrascendente.