Casualidades:

Lentes de enfoque,
ventanas que dan nitidez a los recuerdos borrosos,
diversiones del diablo
saltos en el tiempo que cambian la perspectiva
cruces de caminos que aún no hemos andado.

Casualidades:

Análisis intenso de probabilidades matemáticas,
lecciones de salvamento
aburrimientos de dios y su gobierno
sorpresas de buenos días
colchones para amortiguar este salto al vacío.
"Y tenga cuidado ante la duda
amigo
si no desea usted
moverse mucho del sitio.
Hay preguntas que llegan

más lejos
que cualquier respuesta."

Somos dos o muchos más.

¿Por qué ese querer recordar?
Ante nosotros la magia de lo desconocido
y siguiéndonos los pasos van
danzando
nuestras alegrías y tristezas
cogidas de la mano

¿Por qué dar vueltas a lo mismo?
El momento es una roca sudando dudas,
y somos titanes soplando sobre ella
los vientos de nuestra memoria líquida

Somos argonautas en busca del recuerdo vivo
somos el universo naciendo a base de agujeros negros

Entre maderas nobles duerme,
un ojo abierto y pantera negra,
la experiencia

y la inocencia descansa entre algodones.

puede que, tal vez, quizá.

Ser un león entre hormigas,
la noche naciendo de un amanecer
con ocaso de sol.

El suelo firme donde los demás
resbalan, la única mirada cínica
en una guardería.

Una mota de polvo en el vacío,
sangre pura
flotando sobre agua sucia.

La esperanza desde dentro del ataúd,
lo inamovible, la parte más viva
de la vida, el mosaico de luz.

El agua fresca en el desierto,
la casualidad indiscutible,
la belleza de unos ojos cerrados.

A un deporte.

Sigo viendo señales, no desaparecen y
todas me dicen que te deje, pero
la esperanza es tan dura y fría que
ya no necesito de la risa para
invocarte en un bonito futuro donde
caminamos contentos hacia la muerte, entonces
seguiré bailando mi vals más melancólico a
tu lado oscuro y desagradecido y cruel porque
sobrevivirte es mi orgullo y un posible destino, aunque
para ser realistas
estaré muerto
mucho antes
que tú.

Todo despejado.


Desdibuja mi memoria tu recuerdo
como gotas de lluvia templadas
bailando en una acuarela
y una figura se emborrona y
hay una sonrisa, sigue
siendo tuya, aunque vuela
y se vacía ya en ese silencio,
que se apagará y muere
en silencio
mientras sigue siendo
tu respuesta a mi Por qué
llueve si
en tus ojos
no veo
ni una
nube.

Re: Encuentros.

Acéptalo
la verdad nunca se te ha dado bien
el miedo rueda por tus manos
como una bola de nieve antes del alud.

Y la razón de que lo tuyo no sean las despedidas
posiblemente esté en el mismo sitio donde aprendí
que no sobran los reencuentros.

"Mi tiempo, señorías, normalmente lo empleo en cosas que me preocupan o me divierten"

El tiempo. El tiempo se mide en
canciones
en besos, el tiempo es un
susurro
un grito histérico
nacido de la garganta más
loca.

es el sonido más dulce que puedas escuchar de la boca deseada
la mejor noticia posible;

el tiempo es todo lo importante
y sólo se puede medir en tiempo
el tiempo desperdiciado.

Sepulté mis relojes bajo toneladas de tristes hedonismos
guerrero solitario de la risa más melancólica
y ahora no sólo no pierdo el
tiempo con quehaceres superfluos,

ahora también mido el tiempo en
recuerdos
y procuro
intento
que los que estoy creando contigo
tarden mucho
en llegar a ser
sólo eso.

Ahora

Soy el llanto ahogado que nadie comprende
la distancia exacta entre la intención y el beso
soy una confesión terrible al oído de un sacerdote muerto
el peor error de un malcriado presuntuoso.

Soy el gesto arrepentido que jamás se deja ver
y seré el perdón que nunca nacerá de mi boca
Voy a ser el nivel atento de tus pasos
para no ocasionarte ni uno más en falso.

Y mientras tanto voy a morirme un rato
o dos, si lo viera necesario esta tarde
porque hasta los muertos necesitan descanso.

Y voy a prenderme fuego sin llamas
para quemar los poemas que no he escrito.
Soy la ceniza de las palabras que nunca quise olvidar.

...

Recalcitrante inacción. Las palabras saltan solas. ¿Dónde? Al pozo de la antimemoria, al charco de la desidia, da igual. Borrador no guardado de calidad variable, abanico que abarca desde mierda hasta genialidad.

¿Dónde está el problema? ¿Está dentro, está fuera?

Y ahora ya probablemente no le importa, la comodidad del sofá como perfecta excusa para mecerse en el olvido; será luego más tarde, esa duermevela incómoda que adivina inevitable la que volverá al recuerdo cercano, al placer culpable y sabroso que duró demasiado poco. Demasiado.

Andrés se levanta contrariado de su excusa, busca algo de aire fresco en la terraza delantera en esa hora mágica que nadie se ha molestado en definir, agonía solar o amanecer de la noche. Acaso piensa sobre ello, lo inevitable de la desaparición del horizonte, la luna como amante insatisfecha, blanca envidia mirando el abrazo entre el sol y las montañas.

La memoria culebrea en su cabeza, atraviesa sus ojos y le obliga a abrir la boca para finalmente no decir nada. Allá en el salón la máquina de escribir y el comienzo, Vuelven las dudas, y nada más escrito desde hace semanas.

Qué escribir cuando insistir sólo sirve para ser consciente de lo evidente, la contínua contradicción en la que se basa su vida. La vuelta a la rutina como bálsamo, olvidar y periódicos y la hipoteca y los niños.

Quedará de momento como el dulce recuerdo que uno sueña con amanecer de nuevo, inútil imaginar conversaciones que no tuvieron lugar, inútil fantasear con la caricia que no existió, mucho mejor el café recien hecho, las pantuflas y el cigarrillo, la televisión adoctrinando en la mañana y el acostumbrado beso en la mejilla y buenos dias cariño, ¿dormiste bien hoy?

Enredos

Entre mis dedos y tu piel
pasean sin rumbo las caricias inacabadas
el sexo marchito duerme sin descansar
y la sonrisa se muere en la distancia
antes de encontrar su reflejo,
antes de encontrarte.

Entre tus dedos y mi piel
sólo alcanzo a sentir el silencio
mis pájaros se mueren en el frío de la incertidumbre
y con sus plumas y la sangre
de las heridas que no me cicatrizan
te escribo los versos más tristes esta tarde.

Entre la esperanza y la desazón bailo
danzo, lloro y seduzco margaritas deshojadas
alimento ilusiones y pesimismos en perfecto equilibrio

y como no tengo remedio
encajo triste y orgulloso tu fotografía en mi cartera
y lanzo piedras en la orilla de nuestra playa

Quién sabe, igual vienes por aqui a pasear.