demasiado vago para ser inconformista

Es tan cierto, amigo, los peces de colores vuelven al estanque, y las margaritas de nuevo crecen cogidas de la mano de su maestro. De un tiempo a esta parte tus heridas cicatrizan, cicatrizan como siempre has querido, al sol, con sal y despacio. Y se acerca la tormenta.

Puedes verla respirar entre cirrocúmulos y estratos, puedes percibir su música de remolino de ranas y cascos de caballos al galope, sus tonalidades ocres y naranjas balbuceando destellos opacos

y todo ese odio, esas ganas de tantas cosas, esa lista de relámpagos que no llegan a tierra, ese agua estancada en el cielo deseosa de precipitarse a las arrugas resecas de tus labios, esos gritos salvajes arremolinados impacientes encabritados demasiado vagos para ser inconformistas, furiosos golpearán contentos en troncos de árboles de planes trazados, borrados y repasados, tatuajes de tu memoria, vuela

vuela a ti, amigo, disfruta del viaje...

1 comentario:

maria dijo...

...pues, buena suerte